Andrés Seminario
5 Lecciones que el surf me enseñó sobre el Planeta

La urgencia climática es como una ola.
La ola de calor que sufre Europa... otra ola.
El deshielo de los polos.
La sequía de los ríos y la escases del agua.
La deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva...
El creciente comercio ilegal de vida silvestre, la pérdida de biodiversidad, la extinción masiva de especies...
La contaminación por plásticos de 1 sólo uso, el excesivo uso de combustibles fósiles, el consumismo inconsciente...
Todas son olas del mismo oleaje.
Es como un tsunami.
Y Usted está en el punto, listo para surfear cada ola o ser arrastrado por ellas.
El 28 de febrero el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó la segunda parte del reporte AR6 con nueva evidencia -contundente- de los impactos del cambio climático.
En resumen: Usted es -cada vez- más vulnerable.
Los fenómenos climáticos y meteorológicos son -cada vez- más intensos.
Y Usted, más vulnerable.
La disyuntiva es surfear o ser arrastrado por las olas.
Después de años de surfear quiero compartir cinco lecciones que el océano me ha enseñado sobre nuestra relación con el Planeta.
Lección 1
Todo está conectado.
Sigmund Freud decía que existe una conexión entre nosotros y el mundo exterior. Él definió ese vínculo como un “sentimiento oceánico”.
Jill Bolte Taylor, en "Whole Brain Living" (2021) dice que Usted tiene cuatro caracteres. Uno de ellos, generado por el cortex del hemisferio izquierdo de su cerebro, lo conecta con el Universo porque "somos seres de energía teniendo una experiencia física".
Cuando Usted surfea una ola, es como si Usted fluyera con la energía del océano en el momento presente.
Lección 2
No hay que darle la espalda al mar.
Los hawaianos tienen una frase para esto: “Mai Huli´oe I Kokua o Ke Kai”.
Cuando Usted se para de espaldas al mar y llegan las olas, es probable que lo derriben. Y créame, Usted no quiere ser arrastrado por una ola.
Lección 3
Todos somos iguales ante una ola.
Laird Hamilton, surfista de olas gigantes, dijo alguna vez que “todos somos iguales frente a una ola”.
Frente a una ola muy grande, cualquiera tiene miedo -sin importar credo, edad, género, escolaridad, economía-. Y la ola no analiza si el surfista es arriesgado o no, pequeño o alto, gordo o flaco.
La ola avanza.
Lección 4 Tenemos un poder limitado ante a la naturaleza.
Nos guste o no, cada ola llegará hasta la playa.
Una cosa es segura. Siempre vendrá una nueva ola.
No podemos actuar para deternerla. Enfrentarla hará que nos golpee. Nos empuje. Nos revuelque -y no es divertido un wipeout-.
Pero podemos surfearla.
Ahora, ¿qué hacer con el miedo?
Lección 5
Ante la duda, rema
Podemos surfear las olas.
Debemos surfearlas.
Debemos “hacer las paces con la naturaleza” (como propone el Plan Científico de Naciones Unidas para hacer frente a las emergencias del clima, la biodiversidad y la contaminación). Cuando Usted surfea una ola, Usted siente un instante de propósito.
Y luego siente la necesidad de revivir la experiencia.
Surfear me ha enseñado que el Planeta no me pertenece; que todo está conectado; que el poder de la naturaleza es mayor que el mío; y que tengo dos opciones: o surfeo la ola o me revuelca.
En este punto, el resultado no depende del tamaño de la ola... depende del tamaño de mi miedo.
Seamos sostenibles.
Seamos consumidores conscientes.
Exijamos empresas y marcas y gobiernos socio-ambientalmente responsables.
Reconectémonos con el Planeta.
Surfeemos las olas.